miércoles, 21 de julio de 2010

Sociedad, pensamiento y comportamiento



Uno se pasa la vida creyendo pertenecer a lugares, elucubrando grandes ideas y evaluando su forma de actuar ante la más mínima cosa que se nos olvida todos los procesos que implica el hecho de ejecutar tales acciones, a veces como humanos tenemos la indelicadeza de hacer todo como si fuera algo ordinario, porque en eso nos hemos convertido: en seres ordinarios, seres que ya nada nos asombra y creemos saberlo todo y aprehenderlo todo a la mayor brevedad posible, tan rápido como el último spot publicitario de Coca Cola. Despreciamos a insectos como las cucarachas porque son asquerosos, su aspecto repugnante y son una plaga interminable. Dentro de la entomología las cucarachas son el objeto de estudio más fascinante que exista. Están antes que nosotros, no Dios, ni Alá, ni Buda, espero que no se monten en cólera quienes idolatren a estos señores, no faltamos el respeto, hay que ver las cosas como son, antes de la existencia de esta figuras icónicas, antes que nosotros estaba un insecto artrópodo, se estima que hace millones de años está en esté planeta y para ser justos seguirán estando cuando ya el último de nosotros no exista. ¿Por qué hemos caído en lo ordinario? ¿Por qué el ser humano ha bajado tanto que una cucaracha tiene más poder que uno y más clase y hasta más civilización? Una posible respuesta está en los cambios evolutivos que hemos sufridos, han sido tan vastos y tan desastrosos que no es imposible mirar atrás y descubrir que siglos atrás nos peleábamos a muerte por implantar una religión para expandir el imperio y que ahora siglos después se maten unos a otros por establecer un poder ideológico, petrolífero, religioso, etc. Vivimos en una eterna cruzada que hace que no paremos en reflexionar. Pero la historia del ser humano nos ha enseñado que por cada iniquidad hay un momento brillante para el hombre. Por ejemplo, en el siglo XV, mientras Miguel Ángel lega para el mundo occidental sus famosos murales, un imperio saquea otro mundo en aras de “descubrimiento”, la fecha de 1492 de por si nos dice mucho de cual evento hablamos, hasta el día de hoy se habla de “descubrimiento” y no de invasión. Por eso decimos que la historia del mundo y del hombre esta signada por una iniquidad y una bondad, una belleza y una maldad, así estamos, en una especie de perenne homeostasis. La construcción de sociedades inquiere cambios notablemente significativos para que tal grupo se considere como tal, tienen que hacer valer su geografía, su ética y su posición de valor en el mundo para que sea reconocida como un ente social, si una sociedad no requiere de esos mínimos elementos no vale la pena lo mucho que se esfuerce porque no habrá de conseguir nada en el mundo.

Por eso en el proceso de la cronología del mundo quienes han poblado, invadido, persuadido y abonado descubrimientos de cualquier índole son aquellos que se han hecho valer como sociedad civil. Sé que la sola mención de la idea es riesgosa, pero si observamos en derredor veremos que desde la sociedad pre capitalista hasta las hoy mencionada sociedades de la información, la única función en una sociedad es la de hacer valer sus objetivos logrados en sociedades que no han aunado sus esfuerzos desde cualquier orden (educativo, económico, cultural), si estas sociedades no despiertan estos mínimos intereses no pueden actuar como una sociedad civil. Sin embargo, lograr el elemento más importante en una sociedad es la de ser multicultural, una sociedad que agrupa varias culturas es una sociedad con miras a conformarse mejor, a lograr mejor cosas y a establecer algo de esa utopía llamada tolerancia.

A través del pensamiento podemos construir conceptos que fortalezcan a una sociedad. Como lo mencionamos arriba, ¿cómo elucubramos grandes ideas? ¿Sirven las grandes ideas? ¿Todavía hay grandes ideas? Las dos últimas preguntas pueden ser respondidas con una tímida aceptación, es obvio y lógico que sirven las grandes ideas y de que todavía existan, pero lo que es debatible siempre que aparecen es su uso y su validez en el tiempo. La actividad mental en el hombre opera de maneras no esclarecidas aún por el plantel de científicos más rigurosos del planeta, pero algunos aportes como los de Vigotski, llaman poderosamente nuestra atención, debido a que su teoría se encamina a establecer la relación del hombre con el pensamiento y el lenguaje. No en vano su obra más importante se llama Pensamiento y lenguaje, en esta obra Vigotski pone en el tapete conceptos tan relevantes que no es de sorprender que haya sido censurado en su época, confiere a la figura del niño un papel de lograda importancia al decir que para el infante el lenguaje es la más imprescindible de las herramientas que pueda tener a nivel cognitivo, indicando que el desarrollo lingüístico es independiente del desarrollo del pensamiento, aduciendo que el pensamiento y el lenguaje tiene relaciones funcionales interconectadas, y en lugar de estudiarlos de forma independiente, deben de integrarse sus funciones ( estructural y evolutiva) en un mismo análisis denominado “de unidades” que permite considerarlos a ambos y sus interacciones.

Vigotski entendió la vital importancia de ambos conceptos y se dio cuenta de lo dinamizador que es para el ser humano la fusión entre pensamiento y lenguaje, y que este último define el todo en el ser humano, para así, tanto los individuos y sus sociedades por medio del lenguaje se motivan los cambios de orden histórico, continuo, dinámico e interactivo para una mejor comprensión de la conducta humana.

El comportamiento que nosotros elaboramos día a día es un tema de amplia discusión, en la medida que creamos un contexto (sociedad) y desarrollamos su función cognitiva (pensamiento), es de tener en cuenta que la conducta para que cumpla las dos funciones anteriores debe de estar sujeta a amplias consideraciones. La primera de estas consideraciones nos indica qué somos y qué seremos, nos hace pensar en toda nuestra genética, nuestra familia, nuestra raza y nuestra individualidad para así poder elaborar y definir nuestro comportamiento. Una serie de cambios, rasgos, aptitudes y actitudes que definan ese intrincado laberinto que hace que seamos observados en la sociedad y que de igual forma juzguemos y seamos juzgados.

Si mencionamos estadios tan importantes como la genética, la familia, la raza, es porque a estos pertenecemos en primera instancia y gracias a estos realizamos las diversas acciones que ayudan a construir nuestro comportamiento y que nos lleva ser seres singulares y con una individualidad bien definida. Si creemos que todo esto son elementos puestos al azar, pues estamos entrando en el orbe de la estupidez, todo aquello que se mueve en el ambiente, todo aquello que construimos por y para el ambiente, está ampliamente encaminado por nosotros. Nos relacionamos, compartimos hipótesis, nos juzgamos y todo con el fin de sobrevivir, crear amistad, generar conflictos, para que el ser humano se debata en la pasión constante de estar en un planeta al cual cada cambio que le generamos nos lleva a pensar que si realmente merecemos seguir posibilitando sociedades, nuevos comportamientos y mas construcción intelectual que legar a futuras generaciones, deberíamos por empezar a observarnos realmente y a aprender de los insectos artrópodos que llevan más días que nosotros y aún los consideramos una plaga.

2 comentarios:

  1. Viejo que buen artículo es extenso sin embargo es atrapador e interesante.

    La condición humana es una vaina jodida cada vez hablamos de civilizaciones desarrolladas sin embargo la histois demuestra que estamos totalemnete equivocados.

    De seguro aquí saldrán aflote muchas de las largas conversaciones y discusiones que hemos tenido.
    Felicitaciones por salir del anonimato y deleitarnos con tus ideas.
    Un abrazo

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  2. Gracias, Henryelsucio, sus palabras son ojo y espejo de la labor que hay que hacer en estos medios. Un abrazo.

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